sábado, 9 de noviembre de 2013

Nunca se detiene










Estuvo mucho rato contemplando la luna, que de nuevo estaba en cuarto creciente, le gustaba hacerlo siempre, pero cuando estaba así y la noche era clara se  podía distinguir en la sombra la esfera completa y merecía la pena mirarla, durante la noche el cielo siguió estrellado, pero por la mañana la niebla lo cubría todo y daba la impresión de que esta vez no iba a haber “tarde de paseo”, como así ocurrió




 
Grises y más fríos si la niebla no levantaba en todo el día, luminosos y muy agradables cuando lucía el sol, los días iban pasando casi sin darse cuenta de ello, nunca se podían recuperar ni se podía volver atrás, por eso era necesario vivirlos siempre en profundidad y darle a cada momento vivido su importancia, pensando siempre que una vez que ha pasado, ese momento ya no se podrá volver a recuperar
 
 
 
 
El tiempo nunca se detiene,
continúa siempre su andadura hacia delante,
pero nuestro paso por él
irá dejando una estela,
imborrable o no,
que ese mismo tiempo se encargará de ir difuminando
 
 
 
 
 
 


http://soqui17.wordpress.com/2013/11/09/confiando/
 

 
 
 

 
 
 

1 comentario:

  1. Esa luna creciente la veo a través de mi ventana en la noche que me encuentro.
    No,no se detiene el tiempo y las huellas dejadas,ahí ,como labradas en roca.Ojalá sean camino de estrellas para que otros puedan guiarse .
    Besucos amiguca

    *Esa dirección que has puesto es tu nuevo blog?

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