Un bonito día



Gran Vía-Callao



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Hacía mucho que no iba al centro mismo de la ciudad, tanto que hasta me sorprendí al encontrarme alguna calle principal y zonas de alrededor, convertidas en peatonales y, según me dijeron, llevaban ya mucho tiempo así, no era cosa de hacía unos días

Quizás por sorprenderme con esas novedades, por volverme a encontrar con mis amigas, a las que ya hacía bastante tiempo que no veía o por todo en general, la verdad es que disfruté mucho del día y terminé pensando que tenía que hacerlo con más frecuencia, tendré que repetirlo aunque solo sea para sacar alguna foto, porque al final ya iba cansada y no tenía ganas ni de sacar la máquina, pero hubiera merecido hacerlo para fotografiar una de las calles más comerciales, desde el otro lado de la plaza de Sol, y poder ver que casi no se veía ni un hueco libre en todo el ancho de la calle, era por la que yo tenía que ir y resultó que una vez allí la cosa  no era para tanto, la realidad demuestra que lo que se percibe desde lejos no siempre es la realidad

El día me dió también para comprarme un par de libros, uno de ellos para regalar (cómo me gusta hacerlo aunque no sea algo demasiado importante) y la agenda de este año, a estas alturas todavía estaba sin ella, darme cuenta de que las calles en cuesta cada vez me gustan menos ¿? y llevarme una alegría porque un médico, el oftalmólogo, me dijera que todo estaba perfecto; nos reimos cuando le comenté que me daba una alegría, porque a estas alturas de la vida, cada vez que se hace una visita a alguna consulta médica, sale con algo nuevo y que además no llega solo de visita, sino que se queda instalado con nosotras ya para siempre
Llegué tarde a casa pero contenta, había sido un bonito día



Imágen sacada de Internet