Las asignaturas pendientes siguen estando ahí,
no es algo que afecte a la vida diaria, (sería terrible que así fuera)
pero de vez en cuando algo pone el despertador en marcha
y es como si en ese momento se despertara alguna de ellas
que, escapándose incluso a la propia voluntad,
vuelve a ocupar un primer plano.
Lo que habitualmente apenas se puede ver,
pues queda oculto con el ritmo diario de la vida,
vuelve de repente a la superficie
y las aguas tranquilas del rio se vuelven a agitar
dejando ver lo que parecía que estaba en el fondo y ya olvidado
esas aguas no tardan en tranquilizarse
dejando ver de nuevo el cielo
dejando ver de nuevo el cielo
y lo importante que es seguir caminando
mirando siempre hacia adelante,
dejando atrás lo que ya hemos hecho
y que cada vez queda más lejano,
y pensando más en lo que aún queda por recorrer
y que cada vez queda más lejano,
y pensando más en lo que aún queda por recorrer

